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La transferencia sin interrupción es un proceso crítico en los sistemas de grupos electrógenos, que garantiza que la energía eléctrica se mantenga ininterrumpida cuando se cambia de la fuente principal (como la red eléctrica) al generador.
Este proceso es fundamental para aplicaciones donde incluso una breve interrupción en el suministro de electricidad podría tener consecuencias graves, como en hospitales o centros de datos.
El proceso de transferencia sin interrupción implica el uso de paneles de transferencia automática (ATS) que gestionan el cambio entre las fuentes de energía sin que se perciba una interrupción en la alimentación.
El ATS asegura que la conmutación de la fuente de energía sea rápida y fluida, y en algunos sistemas avanzados, se utiliza la transferencia de energía en paralelo para mantener una corriente estable mientras se realiza el cambio.